Los europeos perdemos 12.000 millones al año al cambiar productos estropeados por otros nuevos, cuando podrían ser reparados. Hoy, la Eurocámara votará una directiva para frenar este despilfarro y las grandes cantidades de residuos. Los fabricantes deberán ofrecer la opción de reparar el artículo defectuoso gratis o a precios razonables y los países llevarán un registro público de los talleres especializados en esta reparación. Aunque se acabe la garantía, el arreglo tendrá un año más de protección.
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